Ajenas a las fronteras que trazan los periodos históricos y los géneros literarios, las reglas de la interpretación textual, las corrientes teóricas, o a los variados instrumentos de sistematización modernos, algunas obras desafían en su historia material la ordenación lineal de causas y efectos característica de la historia literaria. Se trata de creaciones que, impresas en versiones diferentes (por muy concretas razones), irrumpen en el espacio literario en dos momentos marcadamente distintos, alterando con ello la ordenada sucesión que suele permitir la identificación de orígenes e influencias, el establecimiento de tradiciones o la formación de un género o movimiento literario. La Vida de Lazarillo de Tormes y la Propalladia son ejemplos de este fenómeno. Observadas desde la historia literaria al uso son obras clave para el desarrollo de la tradición picaresca y del teatro renacentista español respectivamente. No se ha reparado, sin embargo, en que ambos libros se saltaron el orden de influencias (lineal y cronológico) que hoy se les asigna en la historia literaria y que ello tuvo consecuencias palpables para el desarrollo de la literatura castellana.