Regional anaesthesia has become the anaesthetic of choice for Caesarean section (CS) in developed countries, with use extended to smaller, less developed countries in the past decade. This study is a comparison of maternal and neonatal outcomes comparing general anaesthesia (GA) and the early experience with spinal anaesthesia (SA) for CS in Antigua and Barbuda. Data obtained included maternal age, gravidity, parity, indication for operation, emergent versus routine operation and type of anaesthesia used. Outcome data comprised estimated blood loss, transfusion requirement, length of stay, postoperative wound infection for mothers. Data obtained for babies included birthweight, one and five minute Apgar scores, neonatal special care unit admission or perinatal death. The sample population included 103 CS patients who underwent GA and 45 who underwent SA. There was no difference in age (mean 29.3 vs 29.4 years), gravidity (mean 3.25 vs 3.27), parity (mean 1.74 vs 1.56) or emergency vs routine CS (44.4% vs 49.5%). Mothers who underwent GA had significantly greater estimated blood loss (mean 787 vs 632 mL, p < 0.02) and rate of transfusion (13.6% vs 2.2%, p < 0.05). There was a trend toward longer hospital stay (mean 6.86 vs 6.42 days, p = 0.16) but a lower rate of postoperative wound infection (8.7% vs 20%, p < 0.10) for mothers who underwent GA. There were no maternal deaths. Babies demonstrated no difference in birthweight (mean 3238 vs 3258 g) but those born to mothers who underwent GA had significantly lower one minute (mean 6.84 vs 8.17, p < 0.0001) and five minute (mean 8.13 vs 8.91, p < 0.001) Apgar scores, with a trend toward more frequent neonatal special care unit admission (26.2% vs 17.7%, p < 0.20) and perinatal death (3.9 vs 0%, p < 0.30). GA and SA appear equally safe, but SA was associated with significantly better outcome for both mothers and babies.
La anestesia regional se ha convertido en el anestésico de preferencia para la sección cesárea (CS) en los países desarrollados, extendiéndose su uso a los países más pequeños y menos desarrollados en la FAltima década. Este estudio es una comparación de resultados maternos y neonatales que comparan la anestesia general (AG) y las primeras experiencias con la anestesia espinal (AE) para la SC en Antigua y Barbuda. Los datos obtenidos incluyeron: edad de la madre, gravidez, paridad, indicación de operación, operación de rutina versus operación de emergencia, y tipo de anestesia usada. Los datos de los resultados comprendieron: estimado de la pérdida de sangre, requisitos para la transfusión, duración de la estancia, e infección de la herida postoperatoria para las madres. Los datos obtenidos para los bebés incluyeron: peso al nacer, puntuaciones de Apgar al primer minuto y a los cinco minutos, ingreso a la unidad neonatal de cuidados especiales o muerte perinatal. La población de la muestra incluyó a 103 pacientes de SC que fueron sometidos a AG y 45 que fueron sometidos a AE. No hubo ninguna diferencia en edad (29.3 vs 29.4 años promedio), gravidez (3.25 vs 3.27 promedio), paridad (1.74 vs 1.56 promedio) o cesárea de emergencia frente a cesárea de rutina (44.4% vs 49.5%). Las madres que fueron sometidas a AG tuvieron estimados de pérdida de sangre (787 vs 632 mL promedio, p < 0.02) y tasa de transfusión (13.6% vs 2.2%, p < 0.05) significativamente mayores. Hubo tendencia a una estadía hospitalaria más larga (6.86 vs 6.42 días promedio, p = 0.16) pero una tasa más baja de infección post-operatoria (8.7% vs 20%, p < 0.10) para las madres que fueron sometidas a AG. No hubo muertes maternas. Los bebés no mostraron diferencia de peso al nacer (3238 vs 3258 g promedio) pero los nacidos de madres sometidas a AG, tuvieron puntuaciones de Apgar al primer minuto (6.84 vs 8.17 promedio, p < 0.0001) y a los cinco minutos (8.13 vs 8.91 promedio, p < 0.001) significativamente más bajas, con tendencia a una mayor frecuencia de ingreso a unidades neonatal de cuidados especiales (26.2% vs 17.7%, p < 0.20) y muertes perinatales (3.9 vs 0%, p < 0.30). La AG y la AE parecen igualmente seguras, pero la AE estuvo asociada con resultados significativamente mejores tanto para las madres como para los bebés.